Un innovador sistema que utiliza dispositivos y técnicas de realidad virtual para diagnosticar en forma temprana y con mayor grado de acierto la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo asociados a ciertos tipos de demencia y, en particular, la enfermedad de Alzheimer, diseñó y aplicó con éxito un equipo multidisciplinario de profesionales del Centro de Investigación del Desarrollo en Cognición y Lenguaje (CIDCL) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
El instrumento es resultado de un proyecto pionero en Chile, denominado “Validación de un screening de memoria basado en realidad virtual para el diagnóstico de trastornos neurocognitivos en adultos mayores”, que esa unidad comenzó a ejecutar en 2020 y que acaba de culminar.
La iniciativa contó con financiamiento del Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (Fonis) y derivará, además, en la implementación de las primeras unidades de evaluación especializada en este campo a nivel nacional, en los servicios de Neurología de los hospitales Carlos van Buren de Valparaíso y Gustavo Fricke de Viña del Mar.
Según explicó el director del proyecto, el doctor en Neurociencias Alonso Ortega, el objetivo principal de este nuevo sistema diagnóstico es evaluar la memoria episódica asociada a factores espaciales, de contenido, sensoriales y emocionales —que son los que se alteran en las etapas iniciales de una demencia—, mediante una prueba que consiste en situar a la persona dentro de un entorno virtual de tres dimensiones, donde es posible visualizar historias, recorridos y paisajes provistos de todo tipo de detalles y de personajes que son capaces de interactuar con el potencial observador.
“Gracias a esto, se pueden conocer y controlar con mayor exactitud las variables y los elementos que la persona que padece algún trastorno cognitivo o de memoria es incapaz de recordar durante una entrevista diagnóstica tradicional y que de otro modo sería imposible saber para un evaluador que no presenció lo mismo. Por ejemplo, cómo se desplazó, a dónde fue, qué cosas vio o con quién interactuó. Esto es muy importante, ya que cuando empieza a fallar la memoria la persona afectada tiende a completar lo que no recuerda con cualquier otra información, la que por lo general no se ajusta a lo que en verdad pasó”, precisó Ortega, quien hace unos años se doctoró en la Universidad de Bielefeld (Alemania) precisamente investigando en el ámbito del funcionamiento de la memoria y el uso de entornos de realidad virtual para la evaluación de trastornos neurocognitivos en personas mayores.
Mejor que la prueba estándar
Un aspecto para destacar de este nuevo sistema diagnóstico desarrollado en la UV, bautizado como Evaluación de la Memoria Episódica Basada en Realidad Virtual —y apodado VREMa, por sigla en inglés— es que las pruebas de validación a las que fue sometido demostraron, científicamente, que los resultados de su aplicación en casos en que la pérdida de memoria progresiva es incipiente o leve son mejores que los que refleja el test de aprendizaje verbal de Hopkins, la prueba estándar de evaluación de trastornos neurocognitivos a nivel mundial.
Al respecto, Alonso Ortega explicó que el test de aprendizaje verbal es un paradigma que evalúa los procesos de aprendizaje y memoria en personas adultas basándose en aspectos semánticos, modelo que la investigación que él lideró reemplaza por una prueba que además de esa dimensión considera los aspectos espaciotemporales, emocionales y la multisensorialidad de la memoria, por lo que abarca una mayor complejidad y aumenta la validez ecológica de las evaluaciones.
“Esto quiere decir que lo que finalmente evaluamos con nuestro instrumento se asemeja bastante más a cómo funciona realmente la memoria en el día a día. Dicho eso, nuestros resultados son bastante auspiciosos, en el sentido que podemos determinar que para la detección temprana de las alteraciones de la memoria episódica, que son características de la enfermedad de Alzheimer, nuestra medición supera en al menos un ocho por ciento a la tasa de acierto de la clasificación diagnóstica obtenida a través de la prueba estandarizada, lo que permite ganar un tiempo valiosísimo —estimado en tres a cuatro años— para el inicio de los tratamientos respectivos, lo que en definitiva hace posible extender y mejorar la calidad de vida de las personas que presentan alteraciones o trastornos de memoria iniciales”, aclaró el director del proyecto.
Equipo y respaldo internacional
En el diseño de esta evaluación de memoria basado en realidad virtual para el diagnóstico de trastornos neurocognitivos en adultos mayores intervino un equipo de investigadores pertenecientes a los ámbitos de la Salud, las Ciencias del Comportamiento y la Ingeniería. Junto a al director Alonso Ortega trabajaron los doctores Alejandro Weinstein (director alterno) y Elvira Cortese (investigadora responsable), los fonoaudiólogos Karen Azagra y Alfredo Herrera, la kinesióloga Macarenna Osorio y el ingeniero informático Sebastián Gallardo. Todos ellos contaron con la asesoría y guía de los neurólogos Gustav Rodhe y Juan Pablo Gigoux, ambos con amplia experiencia en diagnóstico y manejo de trastornos cognitivos en adultos mayores y neurología clínica.
Además, tanto el sistema como los instrumentos desarrollados en este proyecto fueron validados por expertos internacionales de la talla del neuropsicólogo Hans Markovitsch, uno de los principales exponentes de los correlatos cerebrales de la memoria, y del psicólogo experimental y neurocientífico cognitivo Endel Tulving, quien a su vez acuñó e introdujo el conceto de memoria episódica, lo que a juicio de Ortega aporta un valor incalculable a la propuesta.
Los resultados de esta investigación los dio a conocer el director del proyecto, durante una presentación pública para neurólogos y otros profesionales de la salud que realizó en el auditorio del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, actividad a la que asistieron el director y la subdirectora médica de dicho centro asistencial, José Luis Moya y Tatiana Aldunate, respectivamente; el director de Investigación de la Universidad de Valparaíso, Oliver Shmachtenberg, y la directora del Centro de Investigación del Desarrollo en Cognición y Lenguaje de la Facultad de Medicina de la UV, Denisse Pérez, entre otras autoridades.
En la ocasión también intervino el director del Departamento de Neurología de dicho hospital y colaborador de la investigación, el doctor Gustav Rohde, quien calificó el trabajo realizado como “tremendamente significativo”, ya que en su opinión permitirá diagnosticar de manera precoz y con mayor precisión las demencias y trastornos cognitivos leves o que se encuentren en etapa inicial.
“Este trabajo nos tiene muy esperanzados, ya que abre una serie de vías para avanzar en el diagnóstico temprano de los distintos tipos de demencia y poder ayudar a las personas, lo que sin duda es algo muy positivo y alentador”, precisó Rodhe.
El avance que implica el desarrollo de este instrumento diagnóstico creado por investigadores del CIDCL de la Universidad de Valparaíso es de gran relevancia, dado que las demencias constituyen un problema que ejerce un gran impacto en la salud pública mundial y nacional.
En efecto, la Organización Mundial de la Salud estima en 47 millones el número de personas que en la actualidad vive con algún tipo de demencia en el mundo, siendo un 70 por ciento de ellas atribuibles a la enfermedad de Alzheimer. En Chile, son poco más de 200 mil y para 2050 se espera que esa cifra se duplique.