Con motivo del Día Internacional de las Personas de Edad, el director general de la OIT, Guy Ryder, subraya la necesidad de abordar los desafíos demográficos a través de la promoción de políticas laborales y de protección social que generen un círculo virtuoso de empleo, protección social y desarrollo.
GINEBRA.- El hecho de vivir más tiempo y más saludablemente es un logro importante del desarrollo humano y una prueba de nuestra capacidad para mejorar nuestra condición de una generación a otra. Esto ha dado como resultado un rápido crecimiento de la población de personas de edad en todos los países, industrializados y en desarrollo, pero a un ritmo distinto y en diferentes momentos. Según las proyecciones, la población mundial mayor de 65 años se triplicará en 2050, mientras que la población menor de 15 años se estabilizará. Tres cuartas partes de las personas de edad vivirán en países en desarrollo, y la mayoría de ellas serán mujeres. Esta evolución demográfica es un importante motor de cambio en todo el mundo. Es fundamental comprenderla y ayudar a los países a aprovechar la oportunidad que ofrece.
Para abordar el reto demográfico es indispensable contar con políticas que integren la promoción del empleo y la protección social, basadas en el ciclo virtuoso del empleo, la protección social y el desarrollo. Algunos países han demostrado que, gracias a una combinación acertada de políticas y de instituciones eficientes, una sociedad en proceso de envejecimiento puede crear oportunidades para beneficio de toda la sociedad. En esta combinación de políticas se debe reconocer la interdependencia que existe entre los cambios demográficos, el empleo, la protección social, la migración laboral y el desarrollo económico. El diálogo social es fundamental para hacer frente a los retos que plantea el nuevo contexto demográfico de las sociedades en proceso de envejecimiento y para encontrar respuestas eficaces, equitativas y sostenibles a los retos demográficos y convertirlos en oportunidades.
El hecho de garantizar pensiones adecuadas y un acceso efectivo a la atención de la salud y a cuidados de larga duración constituyen los pilares de las sociedades verdaderamente incluyentes que alientan y valoran la participación de las personas, independientemente de su edad. Muchos países de bajos y medianos ingresos que reconocen la importancia de la seguridad del ingreso en la vejez han extendido la cobertura de pensión a segmentos de su población que anteriormente no estaban cubiertos a fin de lograr una cobertura universal. En muchos países esta política ha dado como resultado un aumento notable de las tasas de cobertura de las pensiones.
Sin embargo, en muchos lugares del mundo, la evolución demográfica y las políticas de consolidación fiscal tienen bajo presión a los sistemas de pensiones. En algunos contextos, esto ha dado lugar a situaciones que en el futuro impedirán que el nivel de las pensiones brinde una protección adecuada a las personas de edad. De no adoptarse medidas eficaces para garantizar pensiones de un nivel suficiente, la pobreza y la inseguridad económica seguirán afectando la vida de las personas de edad, hoy y mañana.
Extender la cobertura de pensiones y garantizar un acceso efectivo a la atención de salud para las personas de edad es una prioridad para todos. En este Día internacional de las personas de edad, la OIT publicará el informe “Protección social para las personas de edad ”, en el que se presenta un análisis actualizado de estas cuestiones fundamentales para las mujeres y los hombres de edad.
Guy Ryder
Director general de la OIT
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